Con el Brexit en el horizonte, aún se desconoce mucho de lo que significará el resultado final para los ciudadanos de Gran Bretaña y del resto de la UE. Sin embargo, ahora hay cierta certidumbre en cuanto a los derechos y privilegios que ofrece la Zona de Viaje Común (ZVC) entre el Reino Unido e Irlanda.
Los Gobiernos irlandés y británico han firmado un Memorando de Entendimiento que reconoce formalmente los derechos recíprocos de los que se han beneficiado los ciudadanos británicos e irlandeses en virtud del CTA durante casi 100 años y de los que seguirán disfrutando tras el Brexit.
Se espera que el Reino Unido abandone la UE en un futuro muy próximo. Este Memorándum de Acuerdo garantiza que los ciudadanos irlandeses que quieran ir a Gran Bretaña a estudiar, vivir, jubilarse, trabajar o desarrollar una carrera profesional puedan hacerlo como si fuera su propio país. Los ciudadanos británicos podrán hacer lo mismo en Irlanda.
Los derechos recíprocos incluirán el acceso a las prestaciones de la seguridad social, los servicios sanitarios e incluso el voto en las elecciones locales y nacionales.
Cualesquiera que sean los términos de la salida del Reino Unido de la UE, tanto el Gobierno británico como el irlandés se han comprometido a tomar todas las medidas necesarias para garantizar que los derechos y privilegios acordados por la CTA continúen y estén protegidos en todos los resultados.
Irlanda será probablemente el único país de la UE cuyos ciudadanos podrán vivir y trabajar libremente y sin restricciones en el Reino Unido. Ese derecho de establecimiento, combinado con el hecho de que el Programa para Inmigrantes Inversores de Irlanda (IIIP) cuesta menos de la mitad que el Programa para Inversores de Nivel 1 del Reino Unido, significa que probablemente veremos un aumento de la demanda del IIIP.
Una de las opciones más populares del IIIP es la del Fondo de Inversión Aprobado. Esto supone una inversión de 1 millón de euros. Proporciona una rentabilidad a los inversores y está autorizado por el Banco Central de Irlanda.
Tras cinco años de residencia física en Irlanda, es posible solicitar la nacionalidad. Lo más interesante y atractivo es que la ciudadanía irlandesa otorgará el derecho de establecimiento y proporcionará acceso ilimitado a todos los países de la Unión Europea. Gracias a este Memorando de Entendimiento, también se incluirá al Reino Unido, convirtiéndolo en el único país del mundo con tales derechos.
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